María de los Ángeles Fernández, gestora social de Ciénaga, Magdalena, conversó sobre los retos que ha tenido que afrontar para visibilizar la importancia de la labor que desempeña.
En primicia con EL INFORMADOR, María de los Ángeles Fernández, gestora social de Ciénaga, dio a conocer como ha sido su experiencia desde que asumió el rol que ha venido desempeñando desde hace seis meses, cuando el alcalde Luis Fernández Quinto tomó las riendas del segundo municipio en importancia del Magdalena.
La abogada, de 26 años, es reconocida por ser la gestora social más joven del departamento, distinción que -según ella- la ha motivado a trabajar para que el Gobierno municipal enfoque sus esfuerzos en trabajar integralmente por los jóvenes cienagueros.
“El primer paso es darles esa voz y ese voto a los jóvenes cienagueros para que también se sientan identificados con esta Administración”, señaló María de los Ángeles.
Igualmente, destacó la importancia del Consejo Municipal de Juventudes en este proceso, aunque considera que en ocasiones no se les ha dado la importancia que merecen.
“Si bien, hoy contamos (los jóvenes) con un espacio, el Consejo Municipal de Juventudes, muchas veces no se les ha visibilizado o se les ha dado la importancia que se merecen”, manifestó.
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Por otro lado, consideró que la labor social es vista como una figura decorativa en representación de una cara bonita, situación que la ha llevado a visibilizar la importancia de la función, en procura de erradicar ese paradigma.
“Las gestoras sociales siempre se han visto, con todo el respeto, como una figura decorativa o esa persona de cara de bonita que siempre está en los eventos. Yo quiero cambiar esa estandarización que existe”, comentó.
Asimismo, agregó: “Soy una convencida de que pequeñas acciones salvan vidas. Por eso desde Gestión Social eso es lo que me he encargado de hacer”.
Pese a que el tiempo en la posición ha sido corto, la Gestora indicó que se ha preocupado para que Gestión Social sea una oficina de puertas abiertas a la comunidad.
“Aparte de ayudar día a día con todas sus necesidades, también tengamos la potestad de transformar y cambiar vidas mediante acciones que conduzcan a esto”.
