Comején, grietas, techos dañados y condiciones insalubres son solo algunos de los problemas detectados. El secretario de Cultura, Darío Linero, se comprometió a trabajar en la reapertura de estos espacios, subrayando la importancia de la cultura como elemento de unión.
En una jornada de supervisión llevada a cabo por la Secretaría de Planeación de Santa Marta, se han puesto al descubierto los alarmantes daños y el estado desolador en que se encuentran la biblioteca de Gaira y el Museo Etnográfico. Ambas instituciones, destinadas a ser pilares culturales y educativos para la comunidad, han permanecido cerradas y abandonadas durante más de tres años, y la supervisión reciente ha arrojado luz sobre la extensión del deterioro.
La biblioteca de Gaira, que debería ser un centro de aprendizaje y acceso a la información para los residentes locales, se ha convertido en un testimonio de desidia y negligencia. Los informes de la supervisión indican la presencia de comején en la estructura, grietas que recorren las paredes, techos en un estado crítico y condiciones insalubres que han desencadenado la preocupación tanto de las autoridades como de la comunidad.
En paralelo, el Museo Etnográfico, que busca preservar y mostrar la rica herencia cultural de la región, ha sufrido un destino similar. La supervisión reveló no solo la presencia de comején, sino también baldosas rotas, baños en condiciones precarias, moho y desórdenes en los espacios de exhibición. La situación presenta un panorama sombrío para un espacio que debería ser un faro cultural para los habitantes de Gaira y los visitantes.
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El secretario de Cultura, Darío Linero, se ha pronunciado ante la situación, expresando su profunda preocupación y comprometiéndose a trabajar en la reapertura de estos espacios culturales cruciales. Linero, además, subrayó la importancia de la cultura como elemento unificador y sensibilizador en la sociedad. “Vamos a volver a abrir las puertas de la mano de la comunidad. Hoy el tema no es quejarnos o lamentarnos, sino ser propositivos, a través de la cultura, que es un elemento de unión y sensibilizador”, afirmó el funcionario.
Esta supervisión no solo ha llamado la atención sobre el estado crítico de estas instituciones culturales, sino que también ha movilizado a la comunidad y a los concejales locales. Acompañando la supervisión, los ediles de la localidad tres y una comisión de concejales han manifestado su interés en abordar esta situación y trabajar en soluciones concretas.
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