La vía Santa Marta-Barranquilla se encuentra en medio de una serie de bloqueos que han adquirido un carácter de desafío constante, impactando significativamente la movilidad y la seguridad del departamento. En vista de esta problemática, EL INFORMADOR inició un diálogo con el Instituto Nacional de Vías (INVÍAS) para conocer su postura frente a esta situación.
Los bloqueos intermitentes en la vía Santa Marta-Barranquilla se han convertido en una pesadilla para conductores, transportistas y turistas que atraviesan este corredor vial. Estos episodios, que alcanzan más de 90 registrados en el año, han sido generados mayormente por comunidades locales en busca de soluciones a problemáticas internas, interrumpiendo el flujo normal del tráfico y afectando la economía regional.
En medio de esta situación, el Instituto Nacional de Vías (INVÍAS) ha brindado su postura sobre estos bloqueos recurrentes, clarificando su rol y responsabilidad en la gestión de estas vías. Según las declaraciones del INVÍAS, la vía 9007 Transversal del Caribe, tramo Barranquilla-Ciénaga y Ciénaga-Santa Marta, está bajo la jurisdicción del Departamento del Magdalena desde 1992. Los peajes recaudados en esta ruta son administrados por la Gobernación del Magdalena y la Concesión Ruta del Sol ll, no siendo recursos asignados al INVÍAS para el mantenimiento y mejoras viales. Esto pone una división de responsabilidades en la gestión de la vía que impacta en la efectividad de su mantenimiento.
A pesar de la asignación de recursos provenientes de los peajes, que según el INVÍAS ascendieron a $8.453 millones en el año 2022, la inversión efectiva en infraestructura vial ha enfrentado desafíos. Se destaca que los fondos destinados al Fondo de Seguridad Vial (FOSEVI) y a la infraestructura vial son separados, con el FOSEVI dedicado a la seguridad en las carreteras nacionales y la inversión en infraestructura vial derivada de la tasa de peaje.
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La entidad resalta su falta de competencia en la intervención directa en bloqueos generados por fallos en servicios públicos, aclarando que la fuerza pública interviene únicamente bajo órdenes de las autoridades locales, lo que ha sido un punto de fricción en la resolución efectiva de estos bloqueos.
A pesar de las inversiones cercanas a 1 billón de pesos en proyectos viales cruciales en el Magdalena, como la Variante de Ciénaga y viaductos en sectores críticos, el INVÍAS recalca la importancia de una coordinación efectiva entre las autoridades locales, las comunidades y la institución para evitar bloqueos que afectan la movilidad y la economía regional.
La problemática persistente de los bloqueos en la vía Santa Marta-Barranquilla no solo representa una dificultad para la circulación, sino que también afecta la economía y el desarrollo turístico de la región. La necesidad de un diálogo efectivo entre todas las partes involucradas se vuelve fundamental para encontrar soluciones sostenibles que eviten estos obstáculos recurrentes en una de las arterias viales más importantes del país.
Esta situación subraya la urgencia de una revisión profunda de las responsabilidades, la asignación de recursos y la colaboración entre entidades para abordar eficazmente los desafíos de seguridad vial y la interrupción del tráfico en la vía Santa Marta-Barranquilla.
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