Sobradas razones tuvo el más importante escritor colombiano Gabriel García Márquez cuando en su obra cumbre “Cien años de Soledad” afirma que los países subdesarrollados entre ellos Colombia, son países macondianos, es decir, aquellos países en donde se ponen en práctica modelos socio-políticos venidos de Europa como el despotismo, la tiranía, el fascismo, la dictadura y la anarquía, que inducen a los gobernantes de turno a humillar, explotar, masacrar, condenar y asesinar personas con o sin razón.
Se dice que Colombia es un país democrático, ¡qué vergüenza! La democracia en Colombia existe pero en el libreto, porque la democracia es un sistema político pulcro en donde los ciudadanos conviven en forma digna, es decir, el estado y la sociedad respetan sus derechos contemplados en la carta política colombiana (La Constitución); pero que decepción, los gobernantes, los funcionarios públicos, y gran parte de la sociedad colombiana, dada a la gran influencia y poder pasan por encima de las normas constitucionales haciendo caso omiso a éstas, y dando el mal ejemplo a los colombianos de bien y poniendo en práctica malas conductas como el abuso del poder para amenazar, amedrantar, intimidar, enjuiciar y condenar a todo aquel que denuncie y esté en contra o se oponga a las nefastas pretensiones de estos señores que cuentan con el apoyo de funcionarios corruptos que ponen en práctica aquel viejo refrán que dice “por la plata baila el perro”, dejando a un lado los principios éticos y morales y las normas constitucionales para defender a toda costa e estos delincuentes, los cuales se pasean libremente y con seguridad por todo el territorio nacional; pero en cambio, si le ponen talanquera al ciudadano de bien que defiende sus derechos y aspira a un cargo como funcionario en este maltratado país.
La corrupción está acabando con este bello y rico país, un ejemplo de este flagelo es sin duda, los funcionarios públicos que amasan grandes fortunas mediante negocios ilícitos, la expropiación de tierras e inmuebles de finca raíz, el engaño, el chantaje… De esta manera estos personajes adquieren poder económico y hasta político para manipular y ofrecer miles de millones de pesos a las autoridades y funcionarios estatales para que fallen a su favor. ¿Será que esto es democracia?
En primer lugar. La Ley divina que es infalible, tarde, pero llega. Y en segundo lugar, está la bota militar como la del extinto General chileno Augusto Pinochet que saneó la sociedad chilena de bichos y plagas que como en Colombia degradan a la nación y condujo la economía chilena a una de las mejores de América Latina y del mundo. Claro está, que este sistema de gobierno como es lógico, dejaría una alta cuota de muertes y desequilibrio económico social y afectivo en la sociedad colombiana, pero prefiero morir antes que seguir viendo y soportando esta terrible anarquía.
Las personas en Colombia no solo las está matando el Covid-19 sino, los asesinatos de líderes sociales en todo el territorio nacional y las muertes de miles de personas por causa de la delincuencia, A esto se le podrá llamar Democracia?
En la carta política de Colombia en el artículo 20, garantiza el derecho de la libre expresión a los ciudadanos, este es otro de los derechos de la constitución que no aplica en Colombia porque nadie en Colombia puede denunciar y oponerse a las malas políticas de nuestros gobernantes porque es declarado objetivo de represalias, amenazas y persecución. Realmente en Colombia no aplica este fundamental derecho ya que lo que existe es una mordaza como en los viejos tiempos de la Inquisición.
Justamente por todas estas desigualdades sociales y atropello por los gobernantes de turno, es que Gabo señala a Colombia y demás países subdesarrollados países macondianos.