Siempre se ha dicho que los parques son sitios de esparcimiento y recreación para las comunidades, sobre todo para los niños y aquel que sale hacer deportes. Esto parecer no caber en el del barrio Bastidas, en el oriente de Santa Marta, en donde la falta de sentido de pertenencia y conciencia ciudadana tiene al lugar convertido en una inmundicia y sumido en malos olores, situación que es rechazada por sus habitantes quienes exigen a la administración distrital y a la Empresa Atesa tomar los correctivos pertinentes y contribuir para que este espacio sea utilizado libre de contaminación. Algunos moradores de los alrededores aseguran que, en esta problemática hay responsabilidad de algunos comerciantes quienes sin medir las consecuencias acumulan los residuos de sus negocios en parque sea o no el día que pasa el carro recolector.
Manifiestan que ya a algunos se les ha llamado la atención, pero que ‘por un oído les entra y por el otro les sale’. ¡Qué bueno sería denunciar con nombre propio a los comerciantes que contaminan el entorno para que aprenda que los parques se respetan! Foto Ly Erick Amasyfuen Pinche
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